Josep Maria Llompart: Camino florido
Felanitx

El camino a Jerusalén, lleva a Josep Maria Llompart a un viaje por la vegetación de los márgenes, paredes, y matorrales mediterráneos, tal como se lee en "Camino florido."

Flor de cada mes, cardo, zanahoria silvestre,

amapola, adormidera, cerraja,

agrios, albobol,

retama, zarzaparrilla, hinojo,

flor de la pasión, avena loca,

madreselva, cástamo,

cepacaballo, cañaheja,

adelfa, aliaga, gamón,

helecho, olivarda, jara,

clavel de asno, coscoja,

hiedra, mayo, mosqueta,

muermera, mirto, brionia negra,

achicoria, campanilla,

jaramago, brezo, alverjilla,

(y en el aire color de malva / el escalofrío de un chopo).

"Camí florit" Jerusalem, 1990

Traducido por Sebastià Vidal. 

© Maria del Mar Bonet (Raixa, 2001, Muxxik Records)

Josep M. Llompart de la Peña

(Palma, 1925 – 1993). Crítico y poeta. En palabras propias, su primer contacto con la literatura catalana fue la lectura de las Rondallas mallorquinas cuando estuvo enfermo de pequeño. En los años de posguerra participó de la resistencia cultural contra el régimen franquista, de una forma cada vez más comprometida. Colaboró ​​en los «Papeles de Son Armadans" de Camilo J. Cela y trabajó en la Editorial Moll como crítico y editor. Forma parte de la llamada Generación de los 50 junto con Vidal Alcover, Bernat Vidal i Tomàs, Llorenç Moyà, Manuel Sanchis Guarner, entre otros. En sus labores de crítico e historiador de la literatura destacan: Literatura moderna a les Balears (1964), Retòrica i poètica (1982), La narrativa a les Illes Balears (1992). Entre sus recopilaciones poéticas destacan Poemes de Mondragó (1961), Memòries i confessions d'un adolescent de casa bona (1974), La capella dels Dolors i altres poemes (1981) y Jerusalem (1990). La poesía de Llompart insiste y profundiza en los mismos temas y motivos, consiguiendo con los años una perfección formal. Destacó como divulgador y traductor de poetas galaico-portugueses. Fue presidente de la Obra Cultural Balear (1978-86).

Jerusalén puede ser leído como un libro de viajes con destino a la ciudad que le da título. El camino es una enciclopedia de plantas de cuneta, paredes y  montes con sus flores humildes pero fragantes.

Felanitx

Las tierras de Felanitx se sitúan en la sierra de Levante, con una de sus caras orientada al mar y la otra hacia el Pla. Muy probablemente fueron los conquistadores árabes y bereberes que establecieron el sistema de cultivo basado en el regadío y la ganadería, que iba a configurar el paisaje agrario del municipio. Con la llegada de los catalanes en el siglo XIII, este sistema se orientó también hacia la explotación cerealista. El pueblo conserva el portal del edificio de la Quartera (granero), trasladado a su lugar original: se trata de un antiguo almacen que aseguraba la distribución del trigo entre los vecinos. A partir del siglo XVIII tomó fuerza el cultivo de la viña, para la producción de vino y especialmente aguardiente, con métodos introducidos por los inmigrantes franceses, y tal vez por los agustinos del Convento de Felanitx. Esta actividad fue una fuente muy importante de riqueza hasta finales del siglo XIX, con la llegada de la filoxera. La industria del vino, basada en un sistema de pequeñas propiedades, condujo a la desaparición temprana de grandes propiedades que prevalecían en otras partes de Mallorca y le otorgó a los vecinos de Felnaitx características únicas, que mantienen hasta el día de hoy.

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