Salvador Galmés: Sa Coma
Sant Llorenç des Cardassar

Negrures, de Salvador Galmés, transcurre en litoral de la Costa del Llevant.

El contrabandista llegó a la orilla del mar. Las olas se destripaban convulsivamente contra las rocas, remojándolas con salobres espumarajos. El tiempo seguía igual. A poca altura sobre el horizonte, la negrura de una nube volandera, desportillada de brillos, cubría la luna, dejando escapar, por debajo de la extremidad inferior, haces de rayos divergentes como una gran hoja de palmito luminosa. La media luz mostraba apariencias de crepúsculo; el mar en la lejanía reflejaba los rayos lunares como el centelleo de un banco de boquerones. El contrabandista, después de haber intentado inútilmente divisar una barca, empezó a andar por la costa: primero hacia Lebeche, después por la parte de Levante. Caminando maquinalmente, nervioso, obsesionado. No viendo ninguna señal, se sentó en una piedra plana, lanzó el sombrero al suelo sujetándolo con un guijo sobre el ala, sacó una caja de puritos caliqueños, y encendió uno.

Negrures, 1908

Traducido por Sebastià Vidal. Recitado por Sebastià Perelló.

Salvador Galmés i Sanxo

(Sant Llorenç des Cardassar, 1876 – 1951). Sus orígenes pageses le proporcionaron vivencias acerca de cultivos y monte bajo que llenan de autenticidad su obra narrativa. En 1890 ingresó en el seminario, donde también estudiaba Llorenç Riber, y tuvo como profesores a Antoni M. Alcover y a Miquel Costa i Llobera. La influencia de Alcover fue decisiva en su uso y defensa del catalán como lengua de expresión culta. Colaboró con él en la Obra del Diccionari y en el I Congrés de la Llengua Catalana. Empezó a participar en los Jocs Florals y también tradujo autores latinos para la colección Bernat Metge, además de iniciar la publicación de las obras de Ramon Llull y redactar una biografía sobre el mismo.

Su narrativa constituye una de las aportaciones más interesantes a la narrativa catalana de principios del XX, y no empezó a ser publicada hasta finales de la década de los 40: Flor de card (1949), Novel·letes rurals (1953), Quadrets i pinzellades (1956). Colaboró en la prensa regionalista, defendiendo el patrimonio histórico y artístico y reclamando una mayor autonomía para las Baleares. Durante la postguerra fue nombrado miembro correspondiente de la Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona y del Institut d'Estudis Catalans, entonces en la clandestinidad.

Negrures es una narración que transcurre en la marina del levante mallorquín, territorio de contrabando, un duro oficio para el que sólo servían personas fuertes, decididas, endurecidas y capaces de mimetizarse con el paisaje agreste de peñascos y caletas.

 

Sa Coma

Negrures fue premiada en 1908 en los Jocs Florals de Barcelona. La visión galmesiana del entorno rural contrasta brutalmente con la idealización que habían hecho Alcover o Costa y la mayoría de autores mallorquines. En la narrativa  que tienen como leit motiv el drama íntimo de su protagonista, es dónde el autor teje la tragedia en toda su profundidad y significación. El autor se aleja del realismo y se aproxima al modernismo, que busca plasmar el contraste. Es el caso de “Negrures”, el contraste reside en su desenlace trágico y la indiferencia del protagonista. Otro rasgo modernista es la influencia del entorno de los personajes: aunque en la costa de la marina de Llevant, el monte bajo se hace omnipresente de Capdepera a Santanyí. Tierras finas, en las que la lucha por la supervivencia conllevaba otros medios de vida como la caza furtiva o el contrabando. El paraje de Sa Coma, hoy convertido en un entorno playero, frecuentado por bañistas y turistas, era antaño un paisaje agreste y solitario, escenario de aventuras de contrabando.

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