¡Un lugar de leyenda!

¿Creéis en los milagros? ¡El de madò Marca es increíble! Madò Marca vivía en el barrio de La Lonja de Palma. Era una abuela ciega, viuda de un patrón de barco. La mujercita creía firmemente que podría recuperar la vista si se frotaba los ojos con una astilla de la cruz donde Jesucristo fue crucificado. Un día se enteró de la partida de un barco hacia Tierra Santa y le encargó a uno de los marineros un trocito de madera de la reliquia. Aquel hombre se lo prometió pero, pasado un tiempo, se le olvidó. Al volver a Mallorca vio a madò Marca en el puerto, esperándole para recoger su trocito de astilla. No osó defraudarla y le dio una pequeña astilla de la madera del barco. Enseguida, la mujer se frotó aquella falsa reliquia por los ojos y, milagrosamente, ¡su vista se esclareció! Por eso, el marinero exclamó: «No es la madera de la barca, sino la fe de madò Marca», queriendo decir que los milagros no los obran los objetos sino la fe de los creyentes.

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