A modo de plegaria, Blai Bonet, realiza en "Oda al pueblo rural", un canto a la naturaleza.

Amados sean

la hormiga,

la golondrina,

la bandada

de estorninos

que,

en octubre,

negrea,

innumerablemente,

el cielo despejado

y limpio. Y los ojos

de los gorriones,

las bolas

de la sabina,

las almecinas

maduras,

las uñas

y los dedos

llenos

de tinta

de los chavales

que juegan

bajo las luces

de la plaza.

Y las manchas

de la piel

de los que padecen

del hígado.

Amadas sean

todas

las pequeñas

negruras

del pueblo.

Y las picaduras

de abeja,

el dolor

de cabeza,

el golpe

con un martillo

sobre los dedos,

la calderilla

del dolor.

“Oda del poble rural” Comèdia, 1960

Traducido por Sebastià Vidal. 

(Santanyí, 1926 – 1997). Poeta y novelista. De familia campesina nació en Santanyí en 1926. Estudió en el seminario de Palma pero una afección pulmonar le obligó a estar hospitalizado durante un largo período. Su libro Entre el coral i l’espiga (1952) rompe formalmente con la tradición de la escuela poética mallorquina, devota de Alcover y Costa i Llobera. Cant espiritual (1953) representó el primer reconocimiento público de la obra de Bonet, con la obtención del premio Carles Riba. Comèdia (1960) supone un acercamiento al realismo social y el cierre de un ciclo. Seguirán las recopilaciones L'evangeli segons un de tants (1967), Els fets (1974), Has vist algun cop, Jordi Bonet, Can Amat a l’ombra? (1976), etc. En 1958 publicó El mar, del que se ha hecho una versión cinematográfica, donde aparecen recuerdos de infancia y juventud, como la estancia en el sanatorio de Caubet. Judes i la primavera (1963), Mister Evasió (1969), Si jo fos fuster i tu et diguessis Maria (1972) son una suerte de diarios, donde el collage textual nos acerca de pleno al universo Bonet en todo su esplendor. Seguirán La motivació i el film (1990) y Pere Pau (1992). Escribió obras de encargo sobre arte y colaboró en artículos de prensa hasta el final de su vida.

En Comèdia, Blai Bonet  se aproxima al realismo social cercano a la poesía castellana de Blas de Otero de aquella época. Es un conjunto de 19 poemas en los que con voz propia va trazando su biografía.

Las guías antiguas decían que Santanyí "está unido a Palma con una línea de ferrocarril". Actualmente ya no es así, y Mallorca tiene menos kilómetros de ferrocarril ahora que hace cien años. Lo cierto es que el pueblo, lejos de Palma y cercano al mar, necesitó una buena muralla para defenderse de los ataques de piratas que de Berberia para llevarse personas y ganado. Aún hoy se pueden ver fragmentos de la antigua fortificación en el pueblo, el más espectacular de ellos es la llamada Porta Murada.

Actualmente, Santanyí es uno de los municipios mallorquines más transformados a causa del turismo, no tan sólo por la cantidad de hoteles a lo largo de toda su costa hcomo también por la gran afluencia de residentes extranjeros, sobre todo alemanes. Este pequeño pueblo ha visto nacer grandes escritores: Bernat Vidal, Blai Bonet, Antònia Vicens, Miquel Pons, Antoni Vidal i Ferrando son los más conocidos.