¡Un lugar de leyenda!

Cuenta la historia que había un cuervo viejo que habitaba Ses Puntes, entre Sóller y Sa Calobra. Como ya casi no le quedaban fuerzas para ir a buscar comida, un día que rondaba por Sa Torre Picada sacó del nido a un cuervecito pequeño y se puso en su lugar, bien tapado. Los padres del corvato lo alimentaban dentro del nido porque, cobijado y tembloroso, no se daban cuenta de que no era su hijito. Hasta que se cansaron de tanta comedia y le dijeron que ya era hora de que se espabilara él solito. El cuervo viejo abrió la boca para protestar y entonces se delató. Cuando los dos cuervos vieron que no era su hijito, empezaron a picotearlo hasta que lo sacaron del nido y cayó por el acantilado hasta el mar.

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