¡Un lugar de leyenda!

Dice la leyenda que en tiempos de los romanos, por el castillo del rey de Pollença crecía una planta llamada orchilla. Flavi, un joven de origen humilde, descubrió que de la flor de esta planta se podía extraer un colorante rojo. Pero Flavi estaba enamorado de una bella dama muy malévola, Valèria, que lo acusó de robo para deshacerse de él. Flavi fue encarcelado durante largo tiempo. Mientras estaba en la celda, una bella y bondadosa doncella llamada Canniana se enamoró de él. Para satisfacer sus ruegos, la joven recorría las roquedas para recoger orchilla y llevársela. Aquel rojo de la orchilla era su obsesión. Con este pigmento tiñó la ropa de una túnica que llamó laticlivi, y que se hizo famosa entre los senadores romanos. Flavi salió de la cárcel y se enorgulleció de su éxito. Y de la bella Canniana, ¿qué fue de ella? Dicen que murió de pena al no poder conseguir el amor del joven...

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