El paisaje, la agricultura, las calles, el nombre o la manera de hablar son algunos de los aspectos de los que tratan las canciones que Rafel Ginard recogió en el pueblo de Porreres.

En Porreres dicen «chaqueto»

y en Felanitx, «chaquetón»

en Campos dicen «bombín»;

¿cual os parece más majo?

Recogida en Sant Joan

¿Quieres que te cante una canción

que han hecho por Porreres?

Veintisiete calabaceras

me han hecho un calabacín.

Recollida a Porreres

Las montañas de Porreres

son las de Monte-sion;

Jesús mío! Y no sé cómo

no han plantado olivos!

Recollida a Porreres

Cançoner popular de Mallorca, Rafel Ginard

Traducido por Sebastià Vidal.

Las glosas son composiciones poéticas de carácter popular, generalmente improvisadas. En Mallorca, los versos – también llamados mots - son heptasilábicos y de rima consonante. Las glosas servían antiguamente para declarar amor, para insultar, para criticar, para recordar hechos excepcionales, para cantar mientras se trabajaba, para opinar sobre la política... Las glosas formaban parte de la vida mallorquina, y los improvisadores más brillantes, los glosadores, gozaban de fama y reconocimiento por entre la población. Tras décadas de decadencia, la glosa improvisada se encuentra hoy en pleno proceso de recuperación, protagonizado por jóvenes generaciones de glosadores que están decididos a tomar el relevo de este arte ancestral. Se organizan talleres para aprender las técnicas de la glosa, y los combates de picat vuelven a estar presentes en los cafés y en las fiestas populares.

Las glosas que se reproducen son recogidas o referidas al pueblo de Porreres: nos hablan de las montañas, de la agricultura, de las calles, del nombre o de habla propia de esta población del Pla de Mallorca.

Subiendo a Monti-Sion por la carretera que construyeron los vecinos de Porreres - prácticamente el pueblo entero, en un sólo día del mes de enero de 1954, todavía podemos ver algunos pilares góticos muy estropeados, de los siete que había originariamente -. Una vez arriba, nos impresionará el claustro de planta pentagonal, con el pavimento inclinado y rodeado de columnas porticadas. A principios del siglo XVI se fundó en Montision un colegio equivalente a lo que hoy sería la Educación Secundaria. Primero fue financiado por los jurados de Mallorca, y con el tiempo fue asumido por el Ayuntamiento de Porreres, hasta su clausura en 1835. Resulta obligado visitar la capilla, con bóveda de crucería, muy reformada durante el XVIII. La vista desde el santuario es realmente espectacular. Los albaricoques de Porreres son famosos en toda Mallorca. En las primeras décadas del s. XX constituyeron una actividad económica muy importante en el pueblo. Su exportación como albaricoque seco se extendió fuera de la isla y actualmente su cultivo y comercialización viven un resurgimiento. Se puede decir que este pueblo ha sabido equilibrar los sectores productivos de una forma envidiable, partiendo de su estructura agraria, elaboramdo productos como confituras y frutos secos. El sector industrial y comercial han tomado impulso desde hace unos años y finalmente, también hay que tener en cuenta el sector de servicios, con la opción de un turismo sostenible que podría constituir un modelo para otros pueblos del Pla.