Este casal se construyó a finales del siglo XIX para la familia Fuster de Can Polla, comerciantes de Palma que necesitaban tener una posada en Lloseta.
El edificio de tres alturas, separadas por molduras, tiene una distribución regular de aperturas que están más destacadas en la planta superior, sobre todo la central, que cierra con un balcón de hierro muy ornamentado.
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