Rafel Ginard recoge en el Cançoner popular de Mallorca numerosas canciones que hacen referencia a pueblos y aldeas de la isla; algún hecho ocurrido en el pueblo, el paisaje, el habla o los cultivos que se realizan son algunos temas recurrentes.
Yo no soy de Manacor,
soy del pueblo de Petra.
Si el demonio se rindió
allí no me rendiré yo!
Recogida en Petra
En Petra han puesto faroles,
también un par de serenos,
y todos los mozos morenos
de negros se volvieron blancos.
Recogida en Manacor
Me gustaría tener nuevas
de lo que en Petra acaece
Y yo, en este algarrobo,
me consuelo cogiendo algarrobas.
Recogida en Felanitx.
Cançoner popular de Mallorca, Rafel Ginard
Traducido por Sebastià Vidal.
Parte importante de las glosas que forman parte del cancionero mallorquín son dedicadas a los pueblos de la isla. Las canciones que hablan del pueblo suelen referirse a sus características más conocidas, como la geografía, los cultivos agrícolas o sus habitantes. En algunos casos, también relatan hechos conocidos, como asesinatos, desgracias, desastres naturales, e incluso enamoramientos que no llegaron a buen puerto entre vecinos de pueblos diferentes. Igualmente, y como no podía ser de otra manera, muchas glosas critican o hacen burla de los habitantes de los pueblos de los alrededores. Esta rivalidad también forma parte de la cultura popular, con sobrenombres o características que los habitantes de un pueblo atribuyen a sus vecinos. En las glosas reproducidas encontramos ejemplos de lo mencionado, con el dicho «A Petra el dimoni s'hi va retre», la referencia al cultivo de algarrobas, la novedad de la instalación de farolas en las calles o la mención del santuario de la Virgen de Bonany, en una colina del pueblo.
El pueblo de Petra es conocido como lugar natal del padre Junípero Serra (1713-1784), nacido com Miquel Josep Serra Ferrer. Entró en la Orden Franciscana y unos años más tarde se embarcó hacia México, que en aquel momento era colonia española. Desde allí se trasladó como misionero de la Alta California, donde fundó varias misiones que con el tiempo iban a convertirse en grandes ciudades: San Diego, San Francisco, Santa Bárbara. En la plaza adyacente se encuentra una estatua de piedra de Santanyí dedicada a él, obra de Guillem Galmés, que fue colocada en 1913, en el doscientos aniversario de su nacimiento.
En el término de Petra se pueden encontrar yacimientos prehistóricos, cuevas de habitación, enterramientos, etc. Durante la época andalusí formó parte y dio nombre al distrito conjunto con Sineu. A raíz de la conquista catalana del s. XIII se estructura una sociedad medieval dedicada sobre todo a la agricultura y la ganadería. Ha sido muy importante, y aún se mantiene la viticultura, con numerosas bodegas en las posesiones y en la ciudad. Entre las posesiones cabe remarcar Son Mieres, por su interés arquitectónico con elementos decorativos de gran interés. En el núcleo urbano de Petra se conserva, bastante bien, el conjunto arquitectónico de casas señoriales (Can Oms) junto con muestras de arquitectura más popular. Hay un convento franciscano del XVII, el de San Bernardino, relacionado con la figura de Junípero Serra, misionero por tierras de California. La iglesia parroquial es un edificio impresionante, de estilo gótico, aunque comenzada a finales del s. XVI se trabajó en su construcción durante más de dos siglos. Por esa razón encontramos en ella tanto elementos renacentistas como barrocos. El portal está presidido por la imagen de santa Práxedes, patrona de la ciudad. Cabe remarcar que Jaume I, cuando la conquista, trajo a Mallroca la reliquias de esta santa, y por eso también cuenta con una capilla en la Almudaina de Palma. En el interior se encuentra una interesante pintura gótica de San Cosme y San Damián en la capilla homónima. En el monte de Bonany (316 m) hay noticias de una capilla desde el s. XVII, donde la actual ocupa el lugar. La virgen del altar mayor es una talla de principios del s. XVII.
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