Josep Pla consideraba que el Paseo del Born era un buen sitio para estar.

Palma tiene el aspecto de una ciudad limpia y de muy buen aire. El Born es una delicia urbana, un salón completo. Es una calle para estar. La mayoría de las calles están hechas para pasar. El Born es una calle para estar. Supongo que alguien dotado para el chismorreo no podría pedir nada más eficaz. El plano de la ciudad tiene mobilidad y unas pendientes de subida y bajada muy graciosas. Las callejuelas son civiles, no tienen nada de dramático. Divagando por los alrededores del Born encuentro algunos palacios, de gran estampa, de un ruralismo sólido, señorial. Sus patios son memorables. Las casa son señoriales porque los signos de riqueza son en ellas discretos, apenas perceptibles, desprovistos de petulancia. La gente anda despacio, sin empujones, va y viene de sus asuntos plácidamente...

Les Illes (1970)

Traducido por Carme Castells.

(Palafrugell, 1897-1981). El escritor catalán Josep Pla dedicó su vida a la literatura y al periodismo. Desde pequeño ya demostró pasión por la lectura y por el paisaje, algo que en sus libros se traduce más adelante en una descripción apasionada de la realidad más próxima. Pla es el primer escritor moderno de libros de viaje en catalán. Su trabajo como periodista le permitió unir afición y profesión, ya que desde muy joven se planteó hacer de la literatura su oficio. Como periodista, fue corresponsal en Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y Rusia, desde donde escribió crónicas políticas y culturales.

Coses vistes, en 1925, supone el debut del gran literato y el lanzamiento de un nuevo modelo de escritor que da prioridad a la observación de la realidad, con un estilo trabajado aunque perfectamente inteligible, cosa que permite acercar la literatura a un público amplio. Su obra se ha convertido en una memoria valiosa, entre real y recreada, de medio siglo de la sociedad, el paisaje y la vida catalanes. Su obra completa consta de más de 45 volúmenes, aproximadamente unas veinte mil páginas en prosa. Recibió numerosos premios por obras como El carrer estret (1951) o El quadern gris (1967). En 1970 publica Les illes, un conjunto de textos sobre las islas mediterráneas, fruto de varios viajes realizados por el autor a lo largo de su vida.

Uno de los lugares más concurridos del centro de la ciudad es el paseo del Born. En 1833, en una de las múltiples reformas que le han afectado, se inauguró la fuente de la Princesa, más conocida como fuente de las Tortugas, y se colocaron las leonas o esfinges. Pero la imagen actual del paseo es fruto de la reforma urbanística impulsada por el Pla Alomar en 1943, que supuso la construcción de la calle Jaime III. Se trataba de construir una vía amplia, que comunicase el arrabal de Santa Catalina con el centro de la ciudad. A lo largo de las últimas décadas hemos visto como los casales han sido reformados, los cafés habituales de tertulia erudita han sido sustituidos por locales comerciales, y hoy el paseo del Born es una de las zonas comerciales de lujo de la ciudad. Afortunadamente, el extremo norte conserva, aunque renovados, los espacios que hacen del Born, como dice Pla, un lugar para estar.