Thomas Bernhard aprovechó sus frecuentes estancias en Mallorca para escribir, como es el caso de Betón dónde la isla y Palma están presentes.
Desde hacía ya año y medio no había hecho ningún viaje, la última vez estuve, porque al fin y al cabo es para mí el lugar ideal, en Palma. En noviembre, cuando la niebla nos oprime y oprime de la forma más cruel, he andado por Palma en mangas de camisa y me he tomado diariamente mi café en el famoso Borne, a la sombra de los plátanos; y precisamente en Palma me fue posible tomar las notas decisivas sobre Reger que, de todas formas perdí después, hasta hoy no puedo decir dónde aniquilé dos meses de largos esfuerzos intelectuales por mi propio descuido, imperdonablemente. ¡Cuando pienso sólo en comerme mis aceitunas y beberme mi vaso de agua en la terraza del Nixe Palace, no absorto sino totalmente chiflado por observar a toda aquella gente que, en esa terraza, siguen como yo sus deseos e ideas!
Beton, 1982
Traducido por Miquel Sáenz.
(Heerlen, Holanda, 1931 – Gmunden, Àustria, 1989). Dramaturgo, novelista y poeta, considerado uno de los autores austríacos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. El tono irónico y sarcástico de sus obras refleja su relación con el mundo, un constante flujo de situaciones críticas, fruto de años pasados y vividos. Su historia de vida es expresada a través de cinco volúmenes autobiográficos en los cuales relata sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial. Estas vivencias le convierten en un autor sobre la existencia y la realidad.
En su legado ha dejado obras como Hormigón, la historia de un escritor preparando un ensayo sobre un compositor. Una narración donde aparecen Palma y la isla de Mallorca, cargada de buenas sensaciones aunque no exenta de crítica. El documental filmado en 1981, Monologue auf Mallorca evidencia las estancias de Bernhard en la isla, donde en muchas ocasiones, aprovechaba para escribir.
Uno de los lugares más concurridos del centro de la ciudad es el paseo del Born. En 1833, en una de las múltiples reformas a las cuales ha sido sometido, se inauguró la fuente de la Princesa, llamada de las Tortugas y también se colocaron las leonas o esfinges. Aunque la imagen actual es fruto de la reforma urbanística impulsada por el Pla Alomar en 1943, que supuso la construcción de la calle de Jaume III. Se trataba de construir una vía amplia que comunicase el arrabal de Santa Catalina con el centro de la ciudad. A lo largo de las últimas décadas hemos visto como los casales han sido reformados, los cafés donde eran habituales las tertulias eruditas han sido sustituidos por locales comerciales y hoy el paseo del Born es una de las zonas comerciales de lujo de la ciudad.
Inicia sesión o registrate para participar
Este lugar aún no tiene ningun comentario.