Albert Vigoleis Thelen escribió La isla del segundo rostro durante su estancia en Mallorca. Considerada una de las grandes novelas alemanas de mediados del siglo XX, por ella aparecen figuras representativas del ambiente cultural isleño de la década de los 30.

De las tres calles, la de la Soledad era la más miserable, la fachada más elegante daba al Borne. Sus habitantes, inquilinos o propietarios, podían dejar caer su mirada sobre las palmeras y no, por ejemplo, sobre las sórdidas dependencias y estafetas de la oficina central de Correos.

[...]

Este establecimiento es tan importante para el futuro desarrollo de mis memorias que creo mi deber incluir aquí su descripción. Ocupa la esquina más distinguida de la manzana. A la derecha de la entrada comenzaba la calle Conquistador, doblando a la izquierda se llegaba a una calle corta que desembocaba en la plaza en la que Julieta ensayaba sus nacientes encantos con los jóvenes de la calle. En diagonal, frente a la casa, estaban las terrazas descubiertas de un casino con reminiscencias feudales, siempre concurrido por algunos caballeros que jugaban al dominó, tomaban café o, simplemente, descabezaban un sueñecito.

Die Insel des zweiten Gesichts, (La isla del segundo rostro) 1953

Traducido por Joaquín Adsuar Ortega.

(Süchteln am Niederrhein (Alemanya) 1903 – Dulken am Niederrhein, 1989). Albert Vigoleis Thelen fue un escritor y traductor alemán. Estudió Periodismo y Filología Holandesa en la Universidad de Münster. A comienzos de la década del 30s se exilió voluntariamente, con su compañera suiza, Beatrice Bruckner, en Mallorca. Permanecieron en la isla hasta el estallido de la Guerra Civil, de donde partieron hacia Portugal, donde conocían al escritor Teixeira de Pascoes. Tradujo la obra de este escritor portugués al alemán y al holandés. A partir de 1947 se trasladó a Amsterdam, donde publicó la mayoría de sus libros y más tarde en Suiza y Alemania.

Su novela más importante es la obra autobiográfica, La isla del segundo rostro (1953), escrita durante su estancia en Mallorca y que narra su odisea personal durante los años anteriores a la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra mundial. En la novela, que junto con El hombre sin cualidades, de Robert Musil, está considerada una de las grandes novelas alemanas de mediados del siglo XX, aparecen como personajes, figuras representativas del ambiente cultural isleño: la familia Sureda, los hermanos Villalonga, George Bernanos o los hermanos Verdaguer. Además del testimonio autobiográfico, la obra contiene un retrato de época de la Mallorca Beatrice de los años 30  en la que el autor y Beatrice vivieron, de sus vivencias, experiencias y recuerdos.

El urbanismo que rodea el paseo del Born contiene calles, plazas y edificios que, en algunos casos, han cambiado su configuración original en morfología y usos. El actual espacio formado por la calle Constitución, la calle Soledad y la plaza del Rosario apareció en planes urbanísticos para proyectar la conexión de este terreno con la zona alta de la ciudad.

En 1946 se construyó el edificio de Correos en la calle Constitución,  anteriormente calle Gran Vía. En esta calle también se encuentran el edificio de la Delegación del Gobierno, el antiguo edificio de Telefónica y el edificio del conocido bar Formentor inaugurado en 1929, obra del arquitecto Gaspar Bennàzar. La calle Constitución se enlaza con la plaza del Rosario a través de un sistema de pasillo que sale del conjunto de los tres bloques de edificios construidos en los años 50 y situados en la misma plaza.