El gran poeta de las letras valencianas, Vicent Andrés Estellés, escribió este bello poema sobre los bancales que podríamos situar en Banyalbufar.
LXX
Mucho más que un templo, erigiría
con mis palabras, ásperas y
humildes, un bancal como aquellos
que vi un día en Mallorca.
Las piedras, sabiamente organizadas,
con una organización bien sólida,
contribuyen a salvar de la erosión
la tierra batida por los vientos marinos.
Me gustaría, con una semejante asamblea
de piedras, preservar con mis palabras
un idioma, un país, una forma de vida,
y que nadie supiera nunca cuál es mi nombre,
como tampoco se sabe el nombre del autor de un bancal.
Horacianes, LXX, Les pedres de l'ànfora, Obra completa, 1974
Traducido por Neus Adrian.
(Burjassot, 1924 - Valencia, 1993). Poeta, periodista y escritor valenciano, considerado uno de los renovadores de la poesía valenciana contemporánea. A una edad temprana y de manera autodidacta, empezó su interés por la poética, el teatro y la cultura literaria. En los años de la posguerra y durante su época de estudiante de periodismo en Madrid publicó los primeros artículos en periódicos y varias poesías.
De nuevo instalado en Valencia, trabajó en el periódico Las provincias y publicó su primer libro, Ciutat a cau d’orella (1953), al que siguieron Donzell amarg (1958) y L’amant de tota la vida (1966). A parte de la obra poética, escribió relatos autobiográficos en la década de 1980 y publicó una novela breve, El coixinet (1987), y la obra de teatro Oratoris del nostre temps (1978).
En los años 1970, además de seguir publicando en Valencia, publica algunos escritos en Mallorca y en Barcelona. El pueblo, la tierra, la muerte, el hambre y el amor fueron algunos de los temas predilectos en su trayectoria. Les pedres de l’àmfora es una recopilación de poemarios que fue galardonado con varios premios, como el Letra de Oro (1974) y Crítica Serra d’Or (1975).
Entre bancales, enmarcado por los paisajes de la Serra, se encuentra Banyalbufar. Durante un tiempo, este paraje fue un señorío que se extendía casi por todo el valle. Desde cualquier rincón de este lugar, las vistas ofrecen un paraje que lleva del mar a la montaña. A una pequeña distancia del núcleo de población, entre Banyalbufar y Estellencs, se encuentra el Mirador o Torre de Ses Ànimes. Este mirador está coronado por la torre del Verger, una torre de defensa construida a finales del siglo XVI y que formaba parte de la red de torres de la costa mallorquina.
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