El castell d'iràs i no tornaràs es una rondalla, del género maravilloso, que bien podría localizarse en los viñedos de Santa María del Camí.
... Y los sarmientos empiezan a hincharse, se visten de pámpanos, van sacando yemas. Con brasillas de fuego las mujercitas los calientan, y se convierten en racimos, con rampojo y unos granos como almendras. Un grupo de esparteras ha hecho cestos para todos. Cada cual toma el suyo, y ya se marchan directos a vendimiar; y con la cesta ya llena, hacia el lagar! Y los pisadores, bien arremangados los pantalones, venga a pisar y venga a cantar! Enseguida que el lagar está lleno, sueltan el grifo y se ponen a llenar las botas, una por una, hasta llenarlas todas. ¿Y qué os parece? Cuando empieza a oscurecer y sale el lucero de la tarde, el vino ya ha hervido y está destilado. Fadeta obre unos cuantos grifos y sale un jugo espumoso, negro, reluciente, y que al beberlo es de lo más exquisito.
El castell d’iràs i no tornaràs
Rondalla popular recopilada por Antoni M. Alcover. Traducida por Carme Castells. Recitada por Caterina Valriu.
(Manacor, 1862 – Palma, 1932). Antoni M. Alcover y Sureda es lingüista y folclorista. Destaca su labor como recopilador del cuento popular de Mallorca, publicado bajo el título Aplec de rondaies mallorquines d’En Jordi d’es Recó. En este sentido, Alcover figura entre los primeros folcloristas europeos junto a los hermanos Grimm, Perrault o Hans Christian Andersen. El primer libro de cuentos apareció en 1885 con el título de Contarelles d’En Jordi des Recó y parece que fue motivado por la necesidad que sintió Alcover de leer literatura popular en su lengua materna. A partir de aquel momento fue gestando el proyecto de realizar una recopilación exhaustiva de cuentos de Mallorca, con el fin de salvar del olvido la literatura oral de la isla. Ciertamente esta iniciativa también surge de los ideales romántico y nacionalista en busca de expresar el alma del pueblo. Para asegurarse que los cuentos populares fuese transmitidos oralmente sin adulterar, sin influencias externas, Alcover buscó narradores que tenían poca o muy poca educación. El Aplec fue y sigue siendo muy aceptado por el público y durante muchos años, la única lectura en nuestra lengua para muchos mallorquines.
El Castell d’iràs i no tornaràs es una fábula de tipo maravilloso que presenta una gran riqueza de elementos fantásticos, propios del género: mujeres-aves, hechizos, objetos y animales parlantes.
Santa Maria se encuentra plenamente incorporada a la comarca vinícola de la D.O. Binissalem. En la rebotica de Ca S’Apotecari, el farmacéutico no se limitaba a preparar fórmulas magistrales, sino que también reunía a sus amigos para charlar de literatura, historia o hechos importantes de actualidad del momento. El ayuntamiento de Santa Maria ha recuperado este espacio como centro cultural, dedicado a la reflexión sobre el desarrollo sostenible y la conservación del patrimonio del municipio.
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